CORTE Y ENCENDIDO

EL RITUAL SAGRADO

 

El corte y encendido de un puro es un ritual cautivador, que marca el comienzo de una experiencia única llena de sabores y aromas. Antes de encenderlo, es crucial realizar un corte preciso para asegurar un flujo de humo adecuado.


CORTE

Con manos firmes y precisión, tomo el cortapuros y coloco la cuchilla afilada en el extremo del puro. Con un movimiento seguro, realizo un corte limpio y preciso en la capa exterior del puro, eliminando la parte superior para revelar su interior.

El corte perfecto permite que el humo fluya libremente, maximizando así la experiencia sensorial. Los aromas ricos y complejos se desprenden gradualmente, mientras los sabores se intensifican con cada bocanada.

Clarico-Text-Image
Clarico-Image-Text

 

ENCENDIDO

Después de realizar el corte, enciendo el extremo abierto del puro con una llama cautelosa. Aplico el calor de manera uniforme, evitando dañar el tabaco. Con cada giro del puro, la llama envuelve delicadamente la punta y, poco a poco, las primeras volutas de humo se alzan hacia el cielo.

A medida que inhalo el primer bocanada, los sabores sutiles y los matices terrosos danzan en mi paladar, mientras la suave fragancia del tabaco llena el aire. La sensación de relajación y deleite se apodera de mí, sumergiéndome en un momento de placer y contemplación.


El corte y encendido de un puro marcan el inicio de un viaje de disfrute, donde el tiempo se desacelera y los sentidos se agudizan. Es un acto de apreciación y conexión con la tradición y la artesanía, que brinda un deleite único para aquellos que se aventuran en el mundo del tabaco de calidad.